1421, una plaga de langostas se abate sobre Tauste y amenaza con devorar las cosechas y comprometer la supervivencia de la comunidad.
Indefensos ante este suceso, los taustanos no tienen otro remedio mas que acudir a la divinidad ya que se hallan enfrentados a un problema que supera todos los recursos.
El milagro sucedió, la plaga cesó y para saldar la deuda con el arcángel San Miguel, patrón de la Villa, prepararon un voto de agradecimiento y de fidelidad.
El voto consiste en que personas y animales dejen de tomar alimentos antes que llegue la procesión y termine en la iglesia de Santa María.
No se trata de un acto de unos pocos sino que involucra a toda la Villa, todos están comprometidos.
La festividad tiene lugar cada 8 de mayo y fue declarada de interés turístico de Aragón en 2019.