La Villa de Tauste organiza una Semana Santa que impresiona por su fidelidad a la tradición, el fervor religioso de los cofrades, la riqueza ceremonial de los rituales y por la excelencia artística de los pasos, algunos de ellos del s.XVII y s.XVIII.
El silencio dio paso en Tauste, hace ya años, al sonido de las cofradías. Un retumbar de cornetas, tambores, bombos y carracas que hoy llenan las calles durante la celebración de la Cuaresma.
Hábitos y terceroles de distintos colores, han sustituido al negro que vestían los tradicionales currucurros y poca a poco los penitentes.